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POPULISMO = SOCIO-POPULISMO = POPULISMO SOCIAL Y EFICIENTE = LO DE SIEMPRE


Fuimos invitados al programa radial Aprende y Emprende de los profesores Joel Torrez y Juan Correa de la UCLA, el cual es transmitido todos los Lunes a las 4:00PM por FM 97.5 Radio Fe y Alegría en Barquisimeto para hablar sobre Econintech (@econintech). El espacio fue muy ameno, Luis Birollo (@luishbc317), como uno de los Directores, hizo una excelente presentación del proyecto. Al finalizar el programa, algunas personas nos contactaron para preguntarnos qué nos hacía creer o mantener la esperanza en Venezuela para emprender. Para nosotros, en estos momentos, hay cuatro tipos de personas: i) Los que no se pueden o quieren ir; ii) los que siguen excesivamente optimistas que casi ni ven lo que está por venir; iii) los que piensan que ya lo perdieron todo y no hay nada qué hacer; iv) los que entendemos la gravedad de la situación actual pero creemos que en algún momento el ciudadano común entenderá que la política y economía tal como se ha llevado, antes, durante y lo que se presenta como después, no es la más adecuada y que existe la efímera y remota esperanza de obtener las libertades económicas plenas que nunca ha tenido Venezuela.

Unos de los más grandes males que ha sufrido nuestro país son el populismo y proteccionismo. No importa de qué tendencia o partido político provenga y a qué empresarios o sector de la población va dirigido. En esta entrega “pensaré en voz alta” sobre el populismo. Lastimosamente, Venezuela y toda Latinoamérica no escapan de una cultura socio-populista la cual terminará siempre cobrando factura y manteniendo un círculo vicioso hasta que el mismo pueblo entienda y acepte que el origen de su mal es el “beneficio ficticio” que ofrecen los politiqueros, oportunistas que ven la satisfacción directa de una necesidad, o la promesa de satisfacerla, como la fuente de sus ansiados votos. El ciclo populista está muy bien descrito por grandes autores de economía, entre ellos Rudiger Dornbusch y Sebastian Edwards en su libro de Macroeconomía; los que hemos vivido en países con regímenes populistas notaremos lo acertado de estos autores.

Al inicio de todo gobierno populista, los resultados económicos se muestran adecuados, hasta muy buenos, y le imprimen un “éxito de fantasía” a las medidas “sociales y eficientes” que se han implementado. Los subsidios, importaciones gubernamentales, control de precios, entre otras medidas, que son costeadas por medio de los ingresos públicos y de las reservas internacionales, permiten por un corto período aparentar que la inflación está siendo controlada. Sin embargo, esta situación promueve el consumo y desincentiva la inversión, disminuye las reservas internacionales y comienzan a agotarse los inventarios; es en este momento que el gobierno implementa una serie de medidas en un fallido intento de mantener su modelo social-populista, como control cambiario, devaluación, controles de capital, ganancias (léase en Venezuela costos y precios justos) y ve como sus políticas de subsidio requieren de mayor gasto público por una ya creciente inflación.

No pasará mucho tiempo cuando aparezcan síntomas como: problemas de escasez y el ya casi incontrolable aumento constante y sostenido de los precios ocasionado por una disminución de la producción; el exceso de masa monetaria que sigue en aumento por la obtusa terquedad del gobierno de seguir imprimiendo dinero cada vez más inorgánico, porque las reservas internacionales siguen su disminución sostenida; la presión de la demanda en el precio de la divisa ocasionada por la lógica racional de las personas de querer salvaguardar el fruto de su trabajo en una moneda dura; la caída estrepitosa de los ingresos reales de los ciudadanos y la aparición de aberraciones en el mercado (raspa-cupos, bachaqueo, etc…) promovidas por los controles implementados y cada vez más férreos. El gobierno que anteriormente tenía un piso político y social de apariencia sólida comienza a darse cuenta que camina sobre una muy delgada galleta tostada y fisurada, porque ya no se puede esconder, o maquillar, su evidente fracaso.

Cuando al fin el gobierno sale del poder, el escenario económico no es muy alentador. El capital e inventarios han sido destruido y consumidos; los salarios reales, la calidad de vida y de servicios públicos están en peor condición que cuando el gobierno populista tomó el poder. Toda esto conlleva a que la nueva administración se vea forzada a tomar decisiones satanizadas anteriormente como “liberales”, “neo-liberales”, “capitalistas”, “post-keynesianistas” como quieran tildarle pero sencillamente son “anti socio-populistas”. Estas políticas vienen, en la mayoría de los casos, acompañadas de ayudas financieras de organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial; entre otros) los cuales “obligan” a implementar ajustes (o en caso de Venezuela en un futuro próximo, reformas) económicos, sociales, políticos, jurídicos, educativos, con la finalidad de superar el transe que el gobierno “social-comunista y eficiente”, “social-demócrata”, “del pueblo para el pueblo”, “social- lo que sea” o simplemente “populista” dejó como legado. Lamentablemente, la historia contemporánea de Latinoamérica, y más específicamente Venezuela, demuestra que el pueblo continuará recordando la primera etapa del gobierno populista (cuando se podía viajar alrededor del mundo subsidiado, no trabajar y vivir bien, etc…) y creyendo que la culpa de las repercusiones del momento son por las políticas implementadas por el nuevo gobierno.

Finalmente es importante recordar el refrán “lo barato sale caro”. Tuvimos dólar barato, casi regalado; disfrutamos de pasajes, alimentos, equipos, y todo lo que ud imagina subsidiado; pero ahora en qué etapa estamos, es muy fácil darse cuenta. Dentro de poco habrá una oportunidad de continuar o cambiar; no todo cambio es bueno porque no significa que realmente se cambiará, sin embargo ya es hora de trascender a la última etapa del populismo. No creer en cantos de sirena, en consignas y personalidades populistas, que pueden ser socialistas o mercantilistas, es fundamental para lo que Venezuela requiere en estos momentos. Libertades plenas y reales respaldadas por un marco jurídico, constitucional que impida que nuevas administraciones retornen a las políticas socio-populistas y proteccionistas del presente y pasado es lo que urge en Venezuela.

En 1939 Harold Arlen y E.Y. Harburg componen una hermosa canción, "Somewhere over the rainbow", un himno a la esperanza, la ilusión de una niña de encontrar un lugar donde no existan problemas; esa niña Judy Garland en el papel de Dorothy Gale en el Mago de Oz en ese mismo año la inmortalizó... http://youtu.be/PSZxmZmBfnU

Sin embargo, el éxito ha sido tan grande que años después la cantó el gran Frank Sinatra... http://youtu.be/rectLMhmkz8

y muchos otros más, sin poder pasar por alto la versión del gran Iz...

Así pues, Venezuela tarde o temprano encontrará las libertades necesarias pero "bajo" del arcoíris y una vez encontradas, ese arcoíris siempre estará sobre ella…

Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
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