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Venezuela: Elementos Fundamentales de una Propuesta de Libertad (I)

Publicado originalmente en El Independiente

La sociedad Venezolana debe entender la importancia de analizar los proyectos que se le presentan. Definir cuál será la mejor estrategia de superación del desastre es necesario para poder triunfar. Entender lo que realmente significa la libertad y abrirle paso a una nueva generación de jóvenes que no han sido corrompidos por ningún sistema, el socialista o mercantilista, también es requerido para que nuestro país salga de la profunda miseria que la cuarta y quinta República le ocasionaron.

No se puede negar que quizá todos los que plantean alguna posible solución lo hagan porque quisieran ver solucionada la crisis. Sin embargo eso no significa que su propuesta es la mejor opción para el ciudadano común. No quiero que mi artículo sea entendido como un inquisidor o “dedo índice” que señala y/o condena a alguien o algún grupo de acuerdo a su(s) propuesta(s). Al final quien debe identificar y elegir el mejor Proyecto será el individuo. Recordemos ese refrán cada país tiene el gobierno que se merece, en este caso, los Venezolanos tendrán el país -después de caído el régimen narcoterrorista- que se haya elegido.

Dicho lo anterior, no me voy a focalizar sobre una propuesta en específico, sólo daré mi opinión y sugerencias para que el mismo lector sea quien pueda entender si un Proyecto está dirigido a la salvación de Venezuela pero sobre todo a otorgarle la verdadera libertad al Venezolano. Por ello se deben considerar los tres elementos fundamentales para que se pueda catalogar una propuesta como verdaderamente apegada a los principios de libertad. Citaré textualmente al Dr. Tom Palmer en su libro “Por qué la Libertad”. Tom explica que el “trípode liberal comprende tres pilares” los cuales deben estar presentes, porque si falta uno simplemente no funcionará. Esos pilares son los siguientes:

*) Derechos individuales: las personas tienen derechos que son previos a la asociación política. Esos derechos no son dispensas del poder, pero pueden utilizarse incluso contra el poder. Como dijo Nozick al comienzo de su clásico liberal Anarquía, estado y utopía: “Las personas tienen derechos, y hay cosas que no puede hacerles ninguna persona ni grupo (sin violar sus derechos)”.

*) Orden espontáneo: es habitual que la gente dé por sentado que todo orden debe ser el producto de una mente ordenadora, pero los tipos de orden más importantes de una sociedad no son resultado de una planificación o un diseño conscientes, sino que surgen de la interacción voluntaria y los ajustes acordados de planes de personas libres que actúan sobre la base de sus derechos.

*) Estado limitado por la Constitución: los derechos deben estar protegidos por instituciones capacitadas para usar la fuerza en pos de defenderlos, pero esas mismas instituciones a menudo representan la mayor y la más peligrosa amenaza para los derechos. Por lo tanto, deben estar estrictamente limitadas mediante mecanismos constitucionales, como divisiones entre fuentes de poder que compitan entre sí, sistemas jurídicos independientes del poder ejecutivo y una insistencia compartida por todos respecto de la supremacía de la ley por sobre el poder.

Así pues, un plan verdaderamente dirigido a restablecer el orden económico y superar la miseria en Venezuela debe anteponer los derechos individuales ante cualquier otra cosa. Estos derechos son los que siempre resalto –Libertad, Propiedad Privada y Vida- como Derechos Naturales. Acá voy a parafrasear un tweet que leí no hace mucho, los Derechos Naturales son única y exclusivamente para el Ser Humano, es decir el Estado no tiene Derechos, el Estado sólo tiene Obligaciones y Deberes con quienes lo mantienen, los ciudadanos. En otras palabras, el Estado no puede ser Libre puesto que tiene que rendirle cuentas de todas sus funciones y decisiones a la sociedad, tomemos como ejemplo la votación en la que una gran cantidad de diputados de la falsa oposición apoyó a Zapatero, esos señores deben rendirle cuentas a los ciudadanos porque ellos no son libres de elegir en contra de la voluntad de la sociedad, ellos son libres de sus acciones como simples ciudadanos pero como “gobierno” jamás lo pueden ser.

La libertad es inherente al individuo no al Estado. Cuando existe un Estado que goza de libertad tendremos la aberración de la 4ta República donde un grupúsculo de personas, basándose en criterios tan delirantes como eso de ser parte del grupo de los “notables”, decidían el curso y destino del resto de la sociedad. Hoy por hoy, no es necesario indicar que sigue siendo lo mismo pero quienes deciden son los que forman parte del grupo “el cartel de los soles” o cualquier otra cosa al margen de la ley. Por tanto, las propuestas de libertad deben erradicar totalmente la posibilidad de que el Estado -Gobierno- tenga la capacidad de decidir sobre aspectos tan importantes como por ejemplo, devaluación, moneda de uso, transacciones internacionales, impuestos, etc... En un verdadero Estado de libertad ningún gobierno puede establecer o aumentar un impuesto sin que la sociedad lo apruebe previamente, porque sencillamente los impuestos son la manera más “legal” de que un Estado robe a sus ciudadanos.

El Estado no puede disfrutar de Propiedad Privada. Por ello cualquier propuesta en la que se mantenga el control -administración- y propiedad estatal sobre cualquier tipo de industria indiscutiblemente está -literalmente- asesinando un derecho individual de sus ciudadanos. Aquí tenemos como ejemplo todas las empresas públicas, podemos encontrar una gran cantidad de propuestas y programas donde se estipula que seguirán en mano del Estado, que crearán un fondo para que el Gobierno administre -tipo Noruega-, etc… no creo que sea necesario explicar que esto va en contra de la libertad de los individuos de elegir en qué gastarse su dinero y que le entrega un gran poder al Gobierno. Es como dejar a un hambriento cuidando una jugosa hamburguesa, la naturaleza humana lo llevará –aunque tenga toda la disciplina y voluntad de no hacerlo- a que en algún momento se comerá ese “manjar”.

El Estado no tiene derecho a la vida. Nadie puede exigir que se le respete la vida a un ente que ha sido creado por la sociedad para que le rinda cuentas, le sirva y realice funciones que en el momento de su creación -por razones tecnológicas o conveniencia- no pueden ser realizadas directamente por los individuos y que históricamente termina atentando en contra de la libertad de quienes lo crearon. Los únicos que tenemos derecho a la vida somos los individuos y cabe resaltar -una opinión muy personal- que a pesar de que este derecho es inalienable, es posible pensar en la pena capital pero este es otro punto.

Por tanto, una propuesta de libertad jamás puede blindar la existencia del Estado, por lo contrario, tiene que establecer la “pena capital” para el Estado, contemplar la posibilidad de su desaparición sistemática por medio de la eliminación de las funciones básicas y mínimas al momento de poderlas ejercer el sector privado y porqué no, incluir la posibilidad de secesión. Finalmente, la máxima expresión de libertad en un Proyecto es la generación de incentivos para que nadie quiera ser parte del Gobierno, que sea más rentable ser un verdadero “Emprendedor” -no empresaurio- y no un “político” -como la propuesta de un Gobierno Colegiado de mi amigo y Teniente Coronel Rafael Ernesto Díaz Cuello quien ya lleva más de un mes secuestrado y torturado por la narcotiranía-, que la sociedad tenga el total control sobre el Gobierno, que el Estado no tenga libertad de tomar decisiones que afecten la verdadera libertad, que es la individual y que los individuos puedan “eliminarlo” cuando ya así lo consideren necesario. En un próximo artículo abordaré sobre los otros elementos.


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