¿Habrá un verdadero cambio en Venezuela?
Publicado originalmente en El Independent
El pasado 30 de abril los venezolanos se despertaron con una noticia: algunos oficiales militares que respaldan al presidente interino Juan Guaidó liberaron a Leopoldo López, fundador del partido político Voluntad Popular y uno de los presos políticos más famosos de la narco-tiranía encabezada por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, este último presidente de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente chavista. Guaidó, López y algunos oficiales del ejército aliados fueron a la base de la fuerza aérea "La Carlota" en Caracas y comenzaron a llamar a civiles y militares para que salieran a apoyarlos en una transición pacífica.
Como todo en Venezuela, esto se convirtió en un gran lío. Al parecer no hubo coordinación o planificación lógica. Algunos periódicos informaron que Guaidó y López iniciaron acciones antes del plan, otras fuentes dicen que los comandantes militares que habían negociado la rendición de Maduro con los EE.UU. no cumplieron con lo prometido. Mientras tanto, vehículos blindados arrollaron a civiles que estaban en las calles protestando a favor de Guaidó y al final del día el Sr. López y su familia, se fueron a la Embajada de Chile como visitantes oficiales para finalizar en la de España, país de origen de la familia de López.
Algunos militares que apoyaban a Guaidó solicitaron asilo político en la Embajada de Brasil, y eso sí, hubo muchas personas heridas y muertas ese día. No hay sentido lógico que los supuestos “líderes” llamen a una inminente inmolación a la sociedad civil en un país donde siempre ha existido un férreo control de armas y que en los últimos años, inclusive los supuestos partidos opositores, se han encargado de prohibir totalmente el porte de armas.
Los venezolanos hemos sufrido muchas decepciones y hay mucho escepticismo en la población. Necesitamos deshacernos de Maduro, sus camaradas y esbirros, pero también necesitamos abrir el camino a las reformas radicales del libre mercado si queremos tener un futuro con prosperidad y libertad a largo plazo. A principios de Marzo, Ben Powel y yo escribimos sobre eso para el Daily Caller. Sin embargo, el combustible que alimenta el motor de un probable nuevo régimen no es tan diferente del que alimentó el proyecto de Chávez y todos sus predecesores.
El denominado "Plan País”, diseñado por economistas colaboradores de Guaidó, es solo otra receta keynesiana que aplicará nuevamente todos esos ajustes fallidos que ya se han intentado y que crearán una "prosperidad" falsa a corto plazo a expensas del amiguismo, la corrupción y un Gran Estado propietario de los “commanding heights”, que son los sectores clave de la economía. Por supuesto, desde un punto de vista humanitario, este plan administrado por Ivy Leaguers venezolanos, además de ser muy rentable para empresaurios y políticos sería mucho mejor que la actualidad por el bien de nuestros seres queridos que aún sobreviven allí.
En pocas palabras, el escenario para Venezuela que añoran los de la MUD y Frente Amplio es que Guaidó y López negocien con Maduro. Entonces, la "oposición" tendría su proceso electoral deseado en el cual se incluiría a un candidato representante del chavismo. Desde mi punto de vista, si esto sucediera mientras el gobierno interino de Guaidó convoca a elecciones, se iniciaría el "Plan País". El Fondo Monetario Internacional y otras agencias internacionales prestarían miles de millones de dólares para Venezuela, y aumentarían exponencialmente el gasto público, como excelentes keynesianos. Después, como el venezolano promedio “idolatra” a López, él tendría la mayor posibilidad de ganar las elecciones y una vez que eso suceda el "Plan País" continuaría.
Con más de cien mil millones de dólares inyectados a la economía de Venezuela sin dudarlo habrá un repunte de inmediato. Los keynesianos dirán que es el "nuevo milagro económico" pero sólo será una pequeña abundancia económica que, lamentablemente, traerá consecuencias en un futuro muy cercano. Y todos sabemos, o los que han estudiado la historia económica de Venezuela, qué sucede después de esos repuntes “maravillosos”, en la cuarta República se necesitaron 40 años para que un Chávez ascendiera al poder. Estoy seguro, que la sexta República, o la quinta versión MUD, requerirá muchos menos años para lamentablemente hacer posible que otro Chávez vuelva a destruir el futuro de los venezolanos.
Sin embargo, finalizando de escribir esta nota he podido leer la carta que Vecchio le remitió al Comando Sur de los EE.UU solicitando, por orden el presidente interino Juan Guaidó, el apoyo que han venido ofreciendo. Una ayuda militar internacional es lo que he venido indicando desde hace ya algunos años que era inminente, aclaro no en el sentido que se iba a dar sino necesaria, para poder erradicar la raíz del mal, el socialismo. Ahora el dilema es saber si, en caso de darse, será como en Panamá o como tiene que ser, no solamente la extirpación de la cúpula narcotraficante del chavismo sino un acompañamiento de las fuerzas internacionales para poder restablecer el orden y la ley dentro del territorio que está en manos, al igual que todas las armas, de gente de la peor calaña. El tema del dinero para financiar una fuerza de orden y judicial internacional es algo para nada complicado, en vez de darle los más de cien mil millones de dólares a los “amigos” y a los planes keynesianos, sería mejor invertir una buena porción en el restablecimiento de la justicia y orden y el resto en la ejecución de un plan de verdadero libre Mercado. Por tanto, queda en ustedes responder: ¿Habrá un verdadero cambio en Venezuela?