SUBSIDIOS: Bendita Maldición del Socialismo
Ya la A.C. Econintech realizó su primera oferta de cursos para los meses de Marzo-Abril 2016. Hubo inconvenientes de última hora, como todo emprendimiento en Venezuela es muy difícil y requiere un gran esfuerzo. No contamos con proteccionismo, y no lo queremos aunque muchos piensen lo contrario, si funciona, que estamos seguros que sí, lo hará por nuestra competitividad y esfuerzo, por nuestra pericia en aprovechar nuestras ventajas comparativas, porque podemos ofrecer a bajos costos un servicio de alta calidad para darnos a conocer y no porque el gobierno implementa unas prácticas proteccionistas que tácitamente obligan a las personas a adquirir nuestros servicios y/o productos.
Mientras analizaba con uno de los Directores, Luis Birollo, la estructura de costos para establecer los montos de las colaboraciones, porque aunque sea una Asociación Civil sin fines de lucro no significa que sus servicios y productos sean gratuitos, discutíamos sobre los subsidios que el gobierno ha mal-acostumbrado al pueblo en muchos sectores. Recordamos el conocido refrán:
“Si le regalas un pez a un hombre, le habrás calmado el hambre por un día, si lo enseñas a pescar le habrás calmado el hambre para toda su vida”… Los subsidios en cualquier economía son teóricamente aceptables por un tiempo específico y de corto plazo, mientras las políticas económicas y fiscales comiencen a surtir efecto y las personas comiencen a sentir la recuperación del poder adquisitivo de sus ingresos ordinarios. Sin embargo, la sostenibilidad en el mediano y largo plazo de una economía subsidiada es prácticamente imposible, aún para Venezuela en época de bonanza petrolera.
Esta estrategia “paternalista”, en la que el Estado soporta financieramente la mayor parte del precio real de un bien o servicio para que al llegar a manos de los ciudadanos pueda ser adquirido a un precio muy inferior al que deberían pagar, ha venido socavando las arcas públicas, dejando de lado posibles soluciones al grave problema venezolano. Y aunque pareciera que los ayuda, lo peor del caso es que quienes sufren las consecuencias de esta política son los ciudadanos más desfavorecidos y todas aquellas personas, incluyendo a quien escribe, que subsisten por medio de sus sueldos, salarios o pensiones.
Pero, ¿por qué los gobernantes se empeñan en mantener políticas de subsidio al mediano-largo plazo?, la respuesta es muy simple, por el malhadado “Populismo” y “Proteccionismo”. Estos males que han realizado tanto daño a países en vías de desarrollo como Venezuela, y de los cuales ya traté a mayor profundidad en entradas anteriores, se solidifican por medio de estas políticas.
Nuestro país, como la mayoría de los LatinoAmericanos, requiere el establecimiento de políticas que motiven la producción de bienes y servicios donde realmente somos competitivos y tenemos ventajas comparativas. Con subsidios se está gobernando con una moneda falsa, de dos caras, una que afecta a los productores (a veces positivamente y otras no tanto) y la otra cara que “ayuda” al pueblo. Pero esa ayuda es como permitirle a los futuros profesionales que se copien durante los exámenes o simplemente aprobarlos sin que sepan nada sólo por ayudarlos; lo único que se obtiene con esto es mediocridad y un daño muy difícil de reparar, mucho más cuando ya todos se han acostumbrado.
Los subsidios sin duda es una estrategia socialista que bien utilizada puede solventar problemas en un corto plazo pero se puede revertir en el mediano plazo. Lo grave del asunto es la concepción errada del mismo, no es de extrañar que todos los partidos políticos venezolanos tengan en su “filosofía” la palabra socialismo (quizás con un término adicional…) y la mayoría pertenezca a la “Internacional Socialista” por tanto todos ofrecen subsidios de una u otra manera. Y no es que esté totalmente en contra de esta práctica, ya lo afirmé, se puede aplicar si es a un corto plazo pero la cultura “politiquera” en Venezuela es que socialismo es igual a dádivas (populismo), proteccionismo, es decir, paternalismo, planificación central, mientras que lo que urge es libertad.
Un pueblo acostumbrado solamente a recibir, por la única razón de ser ciudadanos de un país, está condenado al populismo y al fracaso; a que le maten el hambre por un día. Un pueblo libre que lucha día tras día por alcanzar sus metas y objetivos, compitiendo lealmente y teniendo que hacer uso de aquellas virtudes que el paternalismo no les permite ver ni saber que las tienen, está destinado al éxito que conlleva al anhelado crecimiento y desarrollo económico de la Nación. Hoy Venezuela requiere un verdadero cambio, urge el liderazgo que no han permitido emerger, ningún bando quiere que emerja, el día que lo haga será atacado y tildado de liberalismo salvaje, entre otros errados adjetivos “descalificativos”… ojalá el pueblo entienda, que es el momento de los Libertarios.
Les dejo esta hermosa canción originalmente de los franceses Claude Francois y Jackes Revaux y reescrita por Paul Anka para ser cantada en inglés por Frank Sinatra en 1969. En esta ocasión la interpreta Andre Rieu, el Rey del Vals, junto a su Johan Strauss Orquesta en el Radio City Music Hall en New York, 2012. “My Way”…