Carta Abierta al Rector “@UCLAve Un reflejo íntegro de la situación actual de Venezuela”
Esta Carta fue Publicada en el Blog del Independent Institute.. Leela en su site aquí
Respetado
Doctor Francesco Leone,
RECTOR
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
A pesar de los aciagos momentos en los que estamos viviendo y tratando de continuar nuestra vida institucional, con la alta probabilidad que al finalizar la labor no exista país por el cual luchar, quiero hacerle llegar mi saludo respetuoso y presentarle una serie de inquietudes que tanto a muchos como a mi persona nos invaden y por ello he tomado la osada tarea, según algunos “compañeros” de trabajo, de dirigir ante usted esta carta abierta a pesar de las muy posibles consecuencias que esto conllevará.
No es nada nuevo escuchar que el país se nos cae a pedazos. Que nuestros estudiantes están luchando por la libertad que quizás, la gran mayoría, nunca conocieron ni siquiera parcialmente como los de mi generación sí lo hicieron. Que Venezuela se nos vino quedando pequeña de tanta corrupción, ambiciones, en fin, por la falta de probidad de los tantos que han venido gobernando y dirigiendo esta tan golpeada República. Ahora, me atreveré a tratar de hacer un símil con la institución que me albergó como estudiante de pregrado y en la que hoy día muy honorablemente me desempeño como docente, investigador, extensionista, representante del DCyT ante la comisión del premio Lisandro Alvarado y suplente del representante profesoral ante el consejo de decanato.
Es entendible la situación en la que se encuentran algunas autoridades debido a la manipulación y conveniencia del gobierno en mantener congeladas unas tan necesarias elecciones. Lo mismo que está sucediendo a nivel Nacional con las adeudadas Regionales y la tan necesaria Presidencial, y ¿qué ha traído esto como consecuencia a nuestro país?, simplemente un enquistamiento de élites que aprovechan las influencias para beneficiar a sus allegados y aquellos que sin amor propio son capaces de doblar su dignidad con tal de obtener una mínima migaja de poder y control. Nada distinto en nuestra amada institución, ¿No lo cree?, donde existen todavía cargos con las mismas personas de siempre, cuya selección no está incluida en ese nefasto pronunciamiento de un apéndice del gobierno de turno donde se nos prohibió el derecho de elegir nuevas autoridades. ¿Qué ha traído como consecuencia esta situación? Exactamente lo mismo que a Venezuela.
Nos matan a la nueva generación. Los esbirros del gobierno se han encargado de asesinar a cuanto joven tiene la valentía de protestar o que avizoran como potenciales contendientes. Necesitamos un liderazgo incondicional, natural, generacional, no una dirigencia rancia, oportunista, ambiciosa y de “selfies”, que asuma la responsabilidad de acompañar a estos jóvenes y abrirles campo sin la búsqueda de un beneficio político-personal o un protagonismo añejo y extemporáneo porque es la nueva generación la que debe encarar los retos del futuro en nuestro país. ¿Y nuestra Universidad cómo queda en todo esto?, un pronunciamiento muy débil y temeroso donde no se aprecia el apoyo y acompañamiento irrestricto a la juventud, a la nueva generación de profesores que son quienes tienen que asumir las riendas pero algunos por ambiciones personales destructivas siguen apostando al continuismo de asesinarles su momento. El tiempo de aspiraciones personales de algunos “notables” ya expiró y deberían honrosamente dejarlos de lado e ir abriéndole paso a la generación de relevo. ¿Cree usted que sea distinto en nuestra Universidad?, indiscutiblemente que no porque tanto usted como yo sabemos que las ambiciones de algunas personalidades son inmensurables y poco les importa las verdaderas necesidades de la UCLA y asesinarle el momento al relevo generacional con tal de ascender en el cuadro de autoridades.
El gobierno trata de demostrar que nada está pasando en nuestro país, que sólo son focos de violencia que no afectan a una excesiva normalidad. Qué comentarios tan obtusos nos ha tocado escuchar por parte de los “lava perros” del oficialismo. Bueno, déjeme comentarle que como suplente del representante de los profesores ante el Consejo de Decanato de Ciencias y Tecnología, cargo para el que fui elegido, me ha tocado escuchar cosas como “los profesores no vienen porque no quieren venir”, “los estudiantes y profesores necesitan que se haga un llamado oficial porque o sino van a seguir con la irresponsabilidad de no venir” y así sucesivamente. Otras cosas como “medir” la mística y excelencia del profesor en base a su capacidad y disposición de utilizar sus propios recursos para suplir las deficiencias presupuestarias de la Universidad. Como gerente usted sabe muy bien que no existe empresa en el mundo que les exija a sus empleados utilizar sus propios recursos a menos que le sean provistos para laborar de manera remota. ¿Será que desconocen que al no tener satisfechas las necesidades básicas no se puede exigir ser “místico”? Es lamentable decirlo pero esto que me ha tocado oír, vivir y pelear en contra de ello, a pesar de las francas polémicas y enemistades que me ha ocasionado, suena a esa triste frase “Con hambre y desempleo con Maduro me resteo”.
El malhadado DICOM2 ya realizó su primera subasta. Lo pongo sobre el tapete porque es el ejemplo preciso para conectar con la subjetividad con que aplican los reglamentos y normativas en nuestra institución. Así como esa nefasta plataforma destinada al fracaso, donde se asignan “a ciegas” las escasas divisas que posee el país y donde, no cabe la menor duda, son favorecidos los allegados al gobierno, he tenido la desdicha de ser testigo fiel de la subjetividad innegable que existe en nuestra Universidad, al menos en el Decanato de Ciencias y Tecnología. No cabe duda que aplican la máxima, parafraseando a George Orwell, en el DCyT todos los profesores son iguales pero hay unos profesores MAS iguales que otros. Y ese “MAS iguales” se refiere a amiguismos y compadrazgos.
Para ahondar en lo descrito anteriormente permítame hacer alusión a la pareja de profesores del departamento de matemática del DCyT que acaban de renunciar siendo aún becarios en el exterior de un Doctorado en MATEMÁTICA. Llama mucho la atención que a pesar del precedente dentro de ese decanato de haberles negado el derecho reglamentario de becas y otros planes de crecimiento académico en el exterior y en el mismo Estado Lara a otros profesores debido a cosas tan absurdas como “se presume que se quedará”, “ese programa existe en Venezuela”, “el nombre del doctorado no es el de la materia que dicta”, “pida un permiso no remunerado para ir a estudiar”, “haga la carga académica en Venezuela y su tesis por fuera” y pare de contar, aberraciones traída por los cabellos para justificar lo injustificable, no pasado un año de esos casos la subcomisión le haya avalado a esa pareja de profesores sus respectivas becas para hacer en el exterior un Doctorado que ya existía dentro del DCyT. Por cierto, uno de los profesores beneficiados ejercía la coordinación de la subcomisión académica cuando las tramitaron sin ningún tipo de trabas y expeditamente. ¿Será que en nuestra institución lo único viable para poder obtener un derecho establecido en los reglamentos y normativas es aplicando dichos como “pagarse y darse el vuelto” y “a los camaradas vida, a los opositores muerte”?
Nuevamente hago llamado a su experiencia como gerente. Usted sabe perfectamente qué pasaría en cualquier institución honorable si un cuadro de toma de decisiones comete una subjetividad tan pública y abiertamente innegable, que conlleva al fracaso rotundo de un plan de formación el cual resultó en la pérdida no sólo de dos profesores sino que eliminó de un solo plumazo la posibilidad de que nuestra Universidad tuviera otros profesores formados, porque avalar esas dos asignaciones en el 2013 consumió todo el presupuesto de becas del decanato. Por lo mínimo si fueran personas con honor y vergüenza esos tomadores de decisión, que se aferraron a negarles la posibilidad a otros anteriormente, asumirían su corresponsabilidad en el error y pondrían irreversiblemente sus cargos a la orden y les fuera aceptado. Pero, estemos claros, en Venezuela hemos sido testigos de casos como los contenedores llenos de comida podrida, gobernadores del oficialismo que piden por twitter a los colectivos reprimir a los opositores, sentencias en contra de la constitución del TSJ y qué mejor caso de incompetencia e irresponsabilidad del presidente con la payasada de eliminar el billete de cien bolívares, y ¿qué ha pasado?, nadie ha puesto el cargo a la orden más bien son justificados, protegidos bajo una figura que utilizan para diluir la responsabilidad en la toma de decisiones la famosa “decisión colegiada” que no es otra cosa que un linchamiento protegido. Igual en nuestra institución, lamento decirlo pero, hay escasez de honorabilidad, vergüenza y respeto a la dignidad humana.
Así como soy, y disfruté ser, hijo y sobrino de profesores de educación superior, cuando un titular obtenía como ingreso 17 canastas básicas, he sido testigo directo de la inminente pauperización del estatus económico de nuestra labor, pero lo más doloroso es que me han obligado a tener una triste visión y experiencia durante mi paso por el DCyT. Sin embargo, como todo en la vida hay cosas malas y buenas. No niego el tratar con respetables conocidos y tener grandes amigos dentro del recinto universitario de una admirable bonhomía que los caracteriza pero lamentablemente, para los demás fuera de ese grupo que de seguro me señalarán más adelante, no quiero avalar con mi silencio las ignominiosas andanzas de otros, aun activos, personajes que solo buscan seguir alimentando sus egos y una pútrida política de influencias y subjetividades. Respetado Rector, le pido que sea por razones exógenas, como los paupérrimos sueldos, la inseguridad, decisiones propias, etc… que la nueva generación renuncie a la Universidad pero que no se vea aún más motivada por los nauseabundos contubernios y decisiones en contra del crecimiento personal, profesional y académico de nuestros nóveles profesores que toman esos enquistados y protegidos.
Quisiera recalcar la inseguridad tan grave que existe en Venezuela. Todos vivimos, o mejor dicho sobrevivimos, rogando a Dios, o en quien se tenga fe, y estamos haciendo frente (cada quien tendrá que hacer su examen de conciencia) para mejorar y luchar por nuestro país. Muchos sufren persecución, unos más mediáticos que otros, algunos preferimos buscar el apoyo que no conseguimos en nuestros trabajos por medio de asociaciones civiles donde sí valoran y aprecian (o al menos respetan) los aportes y labor que hacemos. Déjeme informarle que he recibido constantes amenazas por mis declaraciones, escritos, actividades y públicamente conocida ideología Liberal-Libertaria, lo cual ha sido atacada tanto por factores del oficialismo como de oposición por ser un total adversario del socialismo-comunismo que se instauró en Venezuela desde 1958 y se profundizó en 1999 y defensor de la libertad plena.
Mi situación de estar bajo amenaza se lo hago saber para que esté al tanto, ya que no he tenido ni tengo la intención de poner en aviso a la directiva de APUCLA. Sería iluso pensar en un apoyo por parte de esa directiva, aún estoy esperando respuesta a las cartas que envié pidiendo apoyo por las mezquinas y oprobiosas decisiones tomadas en mi contra en el 2012 por miembros del DCyT y vice-rectorado académico, pero claro, debemos entender que los “amiguismos” y “hermandad” prevalecen en ambas instituciones. Por los momentos cuento con ONGs como Movimiento Libertad Venezuela, Atlas Network, Econintech, Independent Institute (que me publica esta carta en su blog en español “El Independiente”), The Mises Institute, InterLibertarians así como otras asociaciones civiles sin fines de lucro y personas naturales que me apoyan incondicionalmente en esta situación, que no le deseo ni a los personajes a los que hago alusión anteriormente.
Le agradezco su tiempo y estoy seguro que usted tiene la solución para todos estos males que están hundiendo en el fracaso y la anomia a nuestra amada Universidad. Ruego por mucha vida y continuidad a nuestra institución donde me gradué y espero algún día formar parte de los honorables profesores jubilados y así mismo tener la honra de haber luchado por mantener en alto el nombre y prestigio de nuestra institución, a pesar que la solución para el grupúsculo que se sentirá aludido con esta carta será que renuncie cosa que no haré o no tengo pensado hasta los momentos.
Cierro diciendo que siempre lucharé por la justicia y la libertad plena sin importarme las consecuencias, haciendo caso omiso a un consejo que me dieron en vice-rectorado académico en el 2012, porque mis valores no me permiten convertirme y mucho menos que me conviertan en un palafrenero. Si me tocó vivir como docente una UCLA reflejo íntegro de la situación de la Venezuela social-comunista, dentro de poco vendrá el resurgimiento donde las mezquindades y ambiciones quedarán relegadas para abrirle paso a la verdadera nueva generación que merece y tiene que asumir el liderazgo y vestirá de gloria nuevamente a nuestro país e institución.
Quedo de usted muy agradecido,
